ARTISTAS /Artists
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Entre las cosas que Billy Pilgrim no podía cambiar se
encontraban el pasado, el presente y el futuro
_ Saelia Aparicio
14.06- 29.09.2013
En esta exposición presentada conjuntamente en la galería Javier
Silva y el Museo Patio Herreriano de Valladolid, cada obra es una
narración, un punto de partida y parte de un todo. Lo presentado
tiene un punto de locura, de absurdo, bastante verídico. Es una
representación exacta -los juegos de espejos lo demuestran- de que
lo que vemos es una metáfora de la Historia, de las noticias, de las
diversas interpretaciones de los hechos que resultan distorsionados
con pequeñas estrategias como las que se encuentran en las obras.
La instalación realizada en el MPH es traslación de uno de
los dibujos de la exposición que se encuentra en la galería, pero
variando su significado de modo que deja de ser pura ficción para
transformarse en un trampantojo, un emulador de la realidad... En
ella se encuentran retratados personajes que muestran hábitos,
costumbres y oficios que antes se consideraban normales e incluso
tenían buena consideración social (verdugo, esclavista...) y ahora
se ven infames. Estos retratos superpuestos a modo collage con la
cueva de los trogloditas, al verse también en la galería, no sabemos
si funcionan a manera de espejo o de vasos comunicantes. Con ello se
implica no sólo al espacio físico y habitable, sino también al
tiempo, siendo un trampantojo tetradimensional.
En cuanto
al título de esta exposición, es un extracto de la novela de Kurt
Vonnegut Matadero cinco, en la que el personaje, enseñado por unos
extraterrestres, es capaz de viajar en el tiempo, el cual es en
realidad un bloque inalterable de acontecimientos, metáfora del
determinismo social de aquella época que hacía a la gente luchar por
cosas grandilocuentes que no entendían, como hoy en día.
En
la galería, a modo de Ave Fénix, se encuentra Autorretrato en
Pelerín, inspirado en un pasaje de la Historia Interminable de
Michael Ende: paseamos por un lugar que es desierto por el día, pero
por la noche florece una selva más bella cada vez. Es un hecho que
hay ciclos, que escapan a nuestro control y a nuestra insignificante
condición.
«Y pensó, mientras alisaba el negro pelaje
[del gato], que aquel contacto era ilusorio y que estaban como
separados por un cristal, porque el hombre vive en el tiempo, en la
sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del
instante»
Jorge Luis Borges, Sur
Saelia Aparicio
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